martes, 25 de abril de 2017

"Por qué dibujan los niños" Antonio Machón

Aquí os dejo mi trabajo sobre el libro "por qué dibujan los niños. Guía práctica para padres y maestros" de Antonio Machón.
Índice




El libro es de Antonio Machón, que es un escritor español de Palencia nacido en 1943 y según la pequeña biografía que aparece en la solapa posterior del libro. Estudió bellas artes y psicología y es profesor de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Ha organizado exposiciones de dibujos y pinturas infantiles y consagró su vida desde entonces al estudio de la creación artística infantil y adulta.
En 1999 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes de mano de Sus Majestades los Reyes de España.
En 1971 empieza a recopilar y a hacer una investigación sobre los dibujos de los niños entre uno y siete años, donde tiene unos treinta mil (30.000) dibujos. En 2009 publicó su libro “Los dibujos de los niños. Génesis y naturaleza de la representación gráfica”, ha sido traducido al inglés y al chino.

La editorial donde se ha publicado el libro es Editorial Fíbulas, que fue fundada en 2013 y está especializada en publicar libros relacionados con el arte, en cuanto a creación y a educación artística y también relacionados con la psicología. Las obras van dirigidas a estudiantes y profesores de universidad.

El año de edición de esta obra fue el 2015, es la primera edición y choca ver el uso de ciertos términos que pudiéramos pensar que alguien puesto en el tema de educación, aunque sea artística y tan relacionada con los niños siga usando la palabra `guardería´ (por ejemplo en la página 89, en la 99 y en la 501), cuando son escuelas infantiles puesto que no se guardan a los niños. También descuadra que se utilicen tantos términos específicos e incluso en latín pero que no se dé una pequeña aclaración o significado. Algunos fallos de redacción y de sintaxis no se entienden si el texto ha sido revisado y corregido, uno de estos fallos se ve en la página XX. Hay otros errores que no pueden disculparse, los mencionados antes tampoco pero son más asumibles, pero poner que el doble folio en es DinA-6 es una falta de información. El folio normal es un DinA-4, el doble es un DinA-3 y su doble (cuatro veces más que el DinA-4) un DinA-2. El DinA-6 corresponde a una cuarta parte de un DinA-4 (folio).

Otros títulos que tiene el Antonio Machón son:
  • Los dibujos de los niños. Génesis y naturaleza de la representación gráfica. Un estudio evolutivo.
  • Children´s drawings. The Genesis and Nature os Graphic Representation. A Developmental Study.
  • Por qué dibujan los niños. Guía práctica para pares y maestros.

El libro completo gira en torno al título, “Por qué dibujan los niños”, aunque también especifica y explica las etapas y periodos en los que él separa el desarrollo gráfico del niño.
Da consejos a los padres y educadores y explica los materiales más adecuados para cada etapa.


Esta obra no tiene un prólogo con dicho nombre si no que cuenta con una introducción de cinco caras. En él explica para quien va dirigido este libro, la finalidad del mismo y empieza a contar como el interés por los dibujos de los niños es muy reciente y aunque parezca increíble hay muy pocas investigaciones y estudios. Cuenta también como empezó el a tratar el tema del dibujo infantil, en una época donde se desprestigiaba y no había interés por los dibujos que realizaban los niños antes de que estos fueran representativos. Este libro es la continuación del anterior, “Los dibujos de los niños. Génesis y naturaleza de la representación gráfica. Un estudio evolutivo”. También explica cómo está estructurado el libro, cómo se puede leer y aunque está estructurado por edades no son etapas cerradas y “obligatorias” si no que son promedios de edades. Termina la introducción con los agradecimientos.


El libro está organizado en quince capítulos numerados en número romanos, tiene una introducción antes del primer capítulo y tras el último capítulo tiene una bibliografía y el índice donde especifica cada subpunto de cada capítulo.


Los capítulos empiezan desde lo más general como es la creatividad y la infancia, luego hace un recorrido para ver si el dibujo es juego y la relación con la expresión y la educación. Después hace un capítulo sobre el desarrollo gráfico infantil, donde realiza una tabla separando por edades.

Otro sobre las prácticas de la creatividad las distintas técnicas y los materiales. El capítulo cinco (V) habla sobre el garabateo en sí mismo, explicando que es y a partir del capítulo seis (VI) hasta el capítulo catorce (XIV) cada capítulo pertenece a una etapa o sub-etapa. Explicado con fotografías de dibujos de los niños. El último capítulo es sobre escuela y creatividad donde da consejos y donde explica distintos dibujos o actividades propuestas por los padres y la escuela.


Realmente el autor no aclara si hay diferencias, puesto que no trata un punto sobre eso específicamente. Pero si se puede extraer se sus palabras algo, sobre todo en los primeros capítulos donde habla del desarrollo y de las etapas de los dibujos.
Eso que podemos extraer es que realmente no hay una diferencia en el desarrollo de los dibujos dependiendo del estrato social puesto que el dibujo es una expresión y búsqueda de su Yo interior y a la vez una manera de desarrollar la motricidad sobre todo la motricidad fina, aunque en los diferentes garabatos se va viendo cómo es el desarrollo próximo-distal. Pues mientras más vaya controlando la mano y la muñeca los tazados serán más finos y con mayor precisión.


A los dos años en los dibujos que realiza el niño les pone nombres a sus garabatos, relaciona las formas con las propiedades individuales que para el niño tienen los objetos, hace una transferencia objeto a objeto.

Así pues cuando un niño realiza, en una hoja, muchos círculos y va diciendo que son ruedas realmente relaciona la rueda con el movimiento que hace su brazo, no realiza una copia de una rueda en el papel, como podemos ver en la foto.


Según Antonio Machón el dibujo no es juego es una forma de conocer el mundo exterior, su relación con el mismo y su Yo interior. Es una manera de expresar lo que siente, cómo se siente y cómo ve lo que pasa a su alrededor.


Debe estar como mero espectador, observador directo apuntando lo que realicen sus alumnos mientras dibujan e intentando ayudar aquellos niños que veamos que no dibujan.


Antonio Machón separa el desarrollo gráfico infantil en cuatro etapas, hace una clasificación en 1992 en la que se basa para este libro. Los estadios son:
1-    Periodo del garabateo_ va desde los once meses hasta los tres años, aproximadamente, contiene tres etapas.
a.    Pregarabato
b.    Etapa del Garabato Incontrolado
c.    Etapa del Garabato Coordinado
d.    Etapa del Garabato Controlado
En esta etapa al niño se le puede preguntar qué significa su dibujo, no podemos realizar conjeturas de lo que significa.
En esta etapa el niño experimenta y busca su yo interior, no le importa el resultado si no el proceso de garabatear, si le dejásemos dejaría su marca en cada hoja. En este periodo se dan los garabateos pendulares, las comas, los puntos, también el uso de ciertos materiales como las ceras blandas descubren el gusto por emborronar todo lo que puedan. Y tras esos garabatos comienzan los garabatos circulares. En la tercera etapa el ojo toma más importancia y empieza a ocupar toda la hoja, realiza garabatos más complejos como trazados longitudinales, quebradas, líneas que se acaban cerrando en un `círculo´.

2-    Periodo de la forma_ va desde los tres años hasta los cuatro, aproximadamente, contiene dos etapas:
a.    Etapa de las Unidades
b.    Etapa de las Operaciones y Combinaciones

Al llegar a los tres años el niño da un salto cualitativo en relación al dibujo, realiza dibujos de figuras geométricas abstractas, y otras figuras que representan algo de su vida, siempre que se le pregunte.
Aparecen más formas geométricas como formas cerradas circulares, segmentos o tachaduras, entre otras. Los niños en la primera etapa diferencian entre dentro y fuera de la forma cerrada realizando garabatos o manchas. Comienzan a representar el “renacuajo” como representación del Yo, en este periodo aparece la “célula” que es el nacimiento del “renacuajo”. En la segunda etapa aparecen las figuras de tipo solar. Antonio Machón separa las operaciones y combinaciones en seis puntos.
Entre los tres y los cuatro años evoluciona notablemente la representación humana del renacuajo, son las representaciones figurativas que más se dan en ese año.

3-    Periodo de la esquematización_ va desde los cuatro años hasta los siete, aproximadamente, contiene dos etapas:
a.    Etapa Preesquemática
b.    Etapa Esquemática
La representación del renacuajo evoluciona y para representar a humanos usan figuras geométricas como rectángulos, trapecios, onduladas, etc. Representan casas, aviones, árboles, acciones cotidianas. El dibujo de la representación humana se complica más y parecen los primeros contornos a los cinco años. Aparece y toma importancia la línea del horizonte.

4-    Periodo del realismo subjetivo_ va desde los ocho hasta los diez años, aproximadamente.
En este periodo dibujan sin perspectiva pero colocan los elementos del dibujo en orden, toma importancia la línea del horizonte.

A continuación aparece un cuadro resumen que realiza Antonio Machón como síntesis de desarrollo gráfico infantil entre uno y diez años.


Depende de la etapa donde se encuentre el niño el autor plantea unos materiales u otros, pero siempre sin desechar el lápiz de grafito (el lápiz de toda la vida). Según el autor se ha dado mucha importancia a los materiales nuevos y coloridos y se desechan los “clásicos” como los lapiceros y las ceras duras.

Depende de la edad y de la etapa en la que se encuentre debemos escoger unos materiales u otros.
Al terminar cada periodo, o etapa que lo compone, tiene un punto sobre los materiales que se pueden usar para dicha etapa.

Para experimentar en las edades más tempranas, según Antonio Machón, sirve la pintura de dedos (dáctilo-pintura) o pintura cocida pero que los niños experimentan con la papilla o la lecha. Para la etapa del garabateo lo mejor son las cera que las hay duras, así no se rompen ni se manchan los niños aunque el trazo puede ser muy fino, las ceras blandas que aunque pintan más se rompen también con más facilidad y manchan. Pero existen ceras de durezas intermedias que pueden servirnos.

A partir de los tres años lo niños pueden pintar con plumas de caña y palillos de madera y también se pueden usar lápices de colores para el segundo periodo del garabateo y rotuladores que son para niños más mayores.

Se puede trabajar el modelado con arcilla o plastilina; se puede trabajar el collage con una caja donde guardemos materiales de distintas texturas como telas, periódicos, revistas, botones, hilo, lanas,…. Da unas pinceladas al tema de la pintura y los mejores materiales explicando la diferencia entre cada uno de ellos, como el gouache o témpera  o acrílicos.

Pero para poder usar todos estos materiales debemos tener en cuenta el soporte donde va a pintar el niño. El grosor del papel dependerá de con lo que vayamos a pintar, depende si vamos a pintar con acuarela o con pinturas o con ceras blandas.


No he consultado otras obras ya que el autor extrae los párrafos importantes de otros autores y explica otras ideas. También hace referencia a su obra anterior “Los dibujos de los niños”.


En esta etapa el niño ha ampliado su vocabulario gráfico, es decir tiene más imágenes que representan el mundo real. Cambia el momento del periodo de la esquematización con respecto a las edades que propuso Lowenfeld.
Usan, los niños ahora, la línea del horizonte; incluso llegan a realizar dos o más líneas de horizonte para representar lo que ven ya que no tienen la profundización, usan las figuras humanas y su representación para plasmar la actividad o como se sienten. Por ejemplo los brazos más largos para alcanzar cosas o desaparecen si no son necesarios para la actividad que realiza. Al no tener la profundidad adquirida los niños representan que las cosas están ocultas o escondidas con otras técnicas, como puede ser ver el dibujo de izquierda a derecha o viceversa o confundir con el color. Los niños representan las paredes como invisibles para poder ver lo que hay detrás de las paredes, dentro de los edificios. Las chicas realizan durante este periodo los retratos y dibujos de ellas mismas o de otras mujeres con muchos detalles y mucho colorido; en cambio los niños son más esquemáticos con sus dibujos.
A través de los dibujos podemos ver cómo se sienten los niños, si se dibujan más grandes o más pequeños que su alrededor. En esta etapa los niños ya relacionan el color con el objeto con lo que no pueden pintar sin tener en cuenta lo que están pintando.

Cuando acaba la etapa de la esquematización comienza la etapa del realismo en esta etapa los contornos de las figuras humanas son más complejos, además estas mismas figuras empiezan a aparecer de lado y con más movimiento; comienzan también la tercera dimensión. A partir de los diez años el niño ya puede recibir clases de educación plástica más especializada.


Durante todo el libro el autor va haciendo recomendaciones para padres y maestros y al final del libro en el capítulo quince (XV) hay un punto donde trata unas últimas recomendaciones que voy a resumir ahora.
 Antes de realizar las veintiocho (28) recomendaciones por punto hace una aclaración, los estadios explicados durante todo el libro no son cerrados, es decir cuando el niño cumple los dos años y ocho meses (2,08, según la nomenclatura de Antonio Machón) no empieza la etapa del garabateo controlado y que el día antes que tenía dos años y siete meses estaba todavía en la etapa del garabateo coordinado. No todos los niños son iguales y las etapas son orientativas.
No debemos forzar a los niños para dibujar, debe ser una acción libre y voluntaria, el adulto debe observar en qué etapa está y que dice mientras dibuja.

Después de esta aclaración comienza a exponer los veintiocho (28) puntos más importantes para él, aunque algunos se repiten o dicen casi lo mismo. El adulto debe estar presente y respetar los intereses del niño; no puede presionar al niño para pintar o dibujar; el dibujo debe ser auto-motivado y retroalimentado; el niño pone los límites al tiempo del dibujo; durante el garabateo no se le puede preguntar al niño por su dibujo ni darle un tema; no debemos intentar anticipar el significado al dibujo; no podemos esperar semejanzas o parecidos en los dibujos de los niños; el adulto -jamás- debe anticipar el nombre del dibujo; debemos evitar el elogio exagerado y poner mucho peso en el resultado; un elogio sincero es aceptar el trabajo del niño; no podemos corregir el dibujo del niño; no podemos calificarlos; no podemos intervenir sobre ellos; debemos aceptar y fomentar las composiciones abstractas; el adulto no debe dibujar para el niño; no podemos obligarle a dibujar pero si podemos entablar un diálogo para entender sus motivos; hay que desterrar las fichas para colorear; las fichas para la motricidad no son necesarias; debemos evitar el material didáctico que use dibujos que alteren la realidad; las técnicas y materiales mejor sencillas; no podemos tener predilección por el “niño dibujante”; debemos mostrar los dibujos de todos los niños; no podemos hacer de un niño el modelo para el resto; debemos rehusar los concursos de dibujos; es bueno hacer exposiciones con todos los dibujos de los niños; si el profesor es “buen dibujante” puede anular la confianza de los niños; hay que tener cuidado con los talleres de pintura y dibujo.


El círculo primigenio cierra una etapa y es la representación del Yo. El niño al realizar una figura cerrada representa como el ser humano, en este caso él mismo, es individual y único.
Es la culminación de la búsqueda del orden. Es la forma primigenia de representación del ser humano y la forma primordial del desarrollo.


Para Antonio Machón sí, en tanto en cuanto, considera a todos los profesores objetos de una sin razón a la hora de prohibir el uso del lápiz y exigir los colores para los dibujos de los niños.
En la etapa esquemática el niño descubre que hay objetos que tienen asociado un color y es a partir de ahí cuando usa los colores, pero obligar a usar antes de dicha edad los lapiceros de colores convierte el dibujo, según palabras de Antonio Machón, en algo mecánico donde ya no es una expresión libre y espontánea.


Los puntos que más me han servido son:
-       Donde explica las etapas del desarrollo gráfico.
-       Donde explica los materiales más apropiados para cada edad.
-       La explicación de la figura humana y cómo evoluciona.
Estos son los puntos que más me han servido.


He descubierto que tengo un temperamento muy fuerte y que hay cosas que me irritan sobre manera. También he descubierto las etapas del desarrollo gráfico de los niños y que podemos hacer en cada etapa.

He descubierto que miro los dibujos de los niños con otros ojos y ya no considero un acto de generosidad infinita el que un niño pequeño te regale su dibujo.


Por lo que he leído los niños dibujan porque están explorando su Yo interior y su relación con el exterior. También descubren su motricidad y es una actividad de autorregulación y de expresión. Los niños dibujan lo que sienten y viven o lo que sueñan.


Sí que recomendaría este libro pero siempre a personas relacionadas con el ámbito infantil y con niños y a personas dispuestas a leer y abrir sus mentes. El autor expone el desarrollo de los dibujos de los niños, pero cuando no está en los capítulos más teóricos (o está pero en subpuntos menos teóricos o empíricos) ataca de forma deliberada contra la actuación de los maestros y padres. Generaliza mucho y habla de lo que todo maestro debe hacer, pero no da la sensación de haber estado en una escuela ni de haber hablado con un maestro que tenga a su cargo a unos treinta (30) niños.


Hay que conocer los estadios del desarrollo gráfico del niño, sobre todo de nuestros alumnos. Igual de importante son los del desarrollo gráfico que los del desarrollo motor o socio-afectivo, y en cambio estudiamos más estos últimos.

He llegado a la conclusión que hay que leer y relacionarse con la gente, sobre todo si vas a hablar sobre un tema del que no eres experto. Ya he mencionado que según he ido leyendo el libro me ha dado la sensación de que el autor no ha contactado con gente del ámbito educativo. No es lo mismo realizar una sesión de dibujo con tres niños en el salón de tu casa y que uno de esos niños sea tu hijo que realizar una sesión de dibujo en un aula donde puedes encontrarte con 30 alumnos de distintas necesidad y que se encuentran en distintas etapas del desarrollo, no solo gráfico.

También hace muchas recomendaciones a los padres y los acusa de muchas cosas, cuando los padres lo hacen lo mejor que saben y siempre buscan lo mejor pasa sus hijos. Teniendo en cuenta su historia y lo que ellos han vivido.

Teniendo todo esto en cuenta he llegado a la conclusión de que no se puede obligar a los niños a dibujar cosas que no están en su etapa de desarrollo y que debemos estar atentos a lo que dice y a cómo actúa mientras dibuja o pinta o modela.

-       Fíbulas, E. (s.f.). http://www.fibulas.es/.
-       https://images-na.ssl-images-amazon.com/images/I/51wTSGrbFYL._SX351_BO1,204,203,200_.jpg. (s.f.).
-       Machón, A. (2015). Por qué dibujan los niños. Madrid: Fíbulas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario